lunes, 27 de enero de 2014

EL LOBO DE WALL STREET: apología de lo prohibido


                                                Título: "EL LOBO DE WALL STREET"
                                                Comedia negra. Biográfica.
                                                Año: 2013
                                                Duración: 179´
                                                Director: Martin Scorsese
                                                Intérpretes principales: Leonardo DiCaprio
                                                                                         Jonah Hill
                                                                                         Margot Robbie
                                                                                         Matthew McConaughey                                                                                          Jean Dujardin
                                                                                         Kyle Chandler
                                                B.S.O.: Howard Shore


   Siempre he pecado (por así decirlo) de ser políticamente incorrecto, así que así os lo digo, sin miramientos: lo siento, no me ha gustado nada. Es más, es una de las mayores decepciones que me he llevado en los últimos tiempos con una película. Claro que a dicha decepción ha contribuído, en gran medida, las grandes espectativas creadas y la aclamación (casi unánime) de la crítica internacional (es algo que de verdad, me desconcierta). Me ha debido afectar entrar en la treintena porque no lo logro entender.

   Para esta película, el ganador de un Oscar (y 10 nominaciones), Martin Scorsese, vuelve a recurrir a su actor fetiche, Leonardo DiCaprio, con el que ya ha trabajado en repetidas ocasiones con buen resultado: "Shutter Island", "Infiltrados", "El aviador" o "Gangs of New York", ya reflejaron su particular simbiosis.

   La historia gira, en esta ocasión, en torno al personaje de Jordan Belfort (Leonardo DiCaprio), un joven agente de Bolsa que ve como, con apenas 24 años, se convierte en uno de los mayores y más poderosos Brokers de Wall Street.


   Jordan se inicia en el mundo bursátil de la mano de Mark Hanna (Matthew McConaughey), de quien "aprende" la receta para sobrevivir en Wall Street: perseverancia, engaño, cocaína y prostitutas. Toda una declaración de intenciones sobre lo que veríamos durante los próximos 160 minutos.

   Tras quebrar la Compañía de Hanna el 19 de octubre de 1987, en el llamado "lunes negro", Jordan decide probar suerte en una pequeña compañía en Long Island. Allí conocerá accidentalmente a Donnie Azoff (Jonah Hill), quién se ofrece para dejar su trabajo y comenzar a trabajar para él, abducido por el ritmo de vida que comenzaba a permistirse. Pero esta insignificante empresa fue sólo el trampolín de salida para el insaciable Belfort, quién decide reclutar a una serie de "variopintos" personajes para fundar, junto a su ya inseparable socio Donnie, la empresa "Stratton Oakmont".

   Será entonces cuando seremos testigos del día a día de "Stratton Oakmont": el ansia incesante de enriquecerse a toda costa baila al  ritmo de las drogas, el alcohol y las constantes bacanales. Una continua demostración de ostentación que no pasará inadvertida para el ávido agente del FBI, Patrick Denham (Kyle Chandler), quién pondrá todo su empeño para detener a Belfort y su manada de feroces lobos.


   Será en una de estas habituales fiestas donde conozca a Naomi Lapaglia (Margot Robbie), una exhuberante mujer por quien pierde la cabeza, hasta el punto de abandonar a su mujer, Teresa (Cristin Milioti).

   Todo parecía marchar bien para Belfort y los suyos, a pesar de conocer que el FBI había puesto sus ojos en "Stratton Oakmont"; sin embargo, un error cometido por uno de sus secuaces y el Director del Banco suizo donde ingresaban las fortunas de la empresa, Jean-Jacques Saurel (interpretado por el ganador del Oscar y el Globo de Oro en 2012, Jean Dujardin), hará que el sueño americano agonice.

   En líneas generales me ha parecido una apología exagerada de "anti-valores": codicia, prostitución, machismo, corrupción, ostentación exacerbada, engaño, drogadicción, infidelidad, misoginia... En mi opinión, el Director se recrea demasiado en muchas escenas nada vitales para el desarrollo de la trama, cayendo una y otra vez en la repetición. Además de que creo firmemente que al filme le sobra la última hora.

   Ni siquiera puedo salvar al gran Howard Shore, compositor de una dilatadísima carrera filmográfica, en cuanto a bandas sonoras se refiere, habiendo dejado su sello en películas como "El silencio de los corderos" (1991), "Philadelphia" (1993), "Seven" (1995), "Infiltrados" (2006) o la trilogía de "El Señor de los Anillos" (2001-2003), entre muchas otras. Su participación en esta trilogía le valió para llevarse 3 estatuillas, además de estar nominado, años más tarde, por "La invención de Hugo" (2011), también de Martin Scorsese. 


   Sobre el mismo tema desarrollado en la película, el mundo especulativo y artificial de Wall Street y los brokers, me quedo con la película "Wall Street" (1987) de Michael Douglas (encarnado al tiburón de las finanzas Gordon Gekko) y Charlie Sheen, dirigida por Oliver Stone. Historia que tuvo una segunda parte -no tan afortunada- muchos años después (2010), con Michael Douglas nuevamente como protagonista, acompañado de un joven Shia Labeouf ("Wall Street: el dinero nunca duerme").

   De "El lobo de Wall Street" salvaría la brillante (aunque sobreactuada) interpretación de Leonardo DiCaprio, aunque considero que no es merecedora de la estatuilla dorada, por lo que su papel representa para la Sociedad. Tan injusto es que todavía no haya ganado ningún Oscar, como lo sería el hecho de que lo ganase por haber interpretado a Jordan Belfort (en mi humilde opinión, claro está). Soy el primero que admira a DiCaprio, me parece un grandísimo actor sin el debido reconocimiento, aunque creo que si no ganó el Oscar por su papel en "El Aviador" (2004) o en "Atrápame si puedes" (2002) -ni siquiera fue nominado-, no puede ganarlo por esta película. Es así de simple.

   En la parte final hay una escena (en apariencia inherte aunque cargada de enorme significado) digna de destacar. La que protagoniza el Agente Denham en el vagón del Metro, mirando a su alrededor, ensoñado con lo que pudo haber sido (de haber sido agente bursátil) y lo que ciertamente es.

   De la película me quedo con la frase del padre de Jordan ("Mad Max"): "Con viento se limpia el trigo y los vicios con castigo". Espero que la noche de los Oscar "El lobo de Wall Street" reciba su castigo, aunque mucho me temo que me equivocaré...




domingo, 19 de enero de 2014

EN LA CASA: siempre hay una forma de entrar...



                                                Título: "EN LA CASA"
                                                Drama. Intriga
                                                Año: 2012
                                                Duración: 105´
                                                Director: François Ozon
                                                Intérpretes principales: Fabrice Luchini
                                                                                         Ernst Umhauer
                                                                                         Kristin Scott Thomas
                                                                                         Emmanuelle Seigner                                                                                        
                                                B.S.O.: Phillippe Rombi


   Ayer vi esta película animado por el fervor que, como ya sabéis, siento por el cine europeo en general y el francés en particular y he de decir que, junto con la producción danesa "La caza", para mí ha sido una de las revelaciones del año 2012. A mi juicio, un filme de una inteligencia emocional importante.

   El director François Ozon, hasta ahora desconocido para mi, ha sabido llevar con maestría un guión que a medida que transcurre la historia va ganando en intensidad e interés. Los continuos (e inteligentes) giros en la trama hacen que cada mínimo detalle sea relevante. No obstante, este guión (adaptación la novela "El chico de la última fila", de Juan Mayorga) le llevó a conseguir la Concha de Oro en el Festival de San Sebastián, el Premio de la Crítica Internacional  en Toronto y a conseguir hasta 6 nominaciones a los premios César, incluyendo la de mejor película.

   La historia nos muestra a un hastiado profesor de literatura fracesa, Germain (Fabrice Luchini), sin el suficiente talento para llegar a convertirse en escritor, que encuentra en uno de sus alumnos, Claude (Ernst Umhauer), el talento del que siempre careció. Empieza entonces una poderosa relación entre profesor-alumno, con la literatura como hilo conductor, en la que realidad y ciencia-ficción se entremezclarán hasta confundirse en muchas ocasiones.


   A través de las redacciones que Claude entrega cada día a Germain, seremos testigos de cómo el alumno se adentra entre los Rafa, la familia de uno de sus compañeros de clase. Siempre deseó conocer esa casa junto al parque. Una casa que finalmente anhelará como su hogar. Ese hogar y esa familia que nunca tuvo.
   Esta trama supone un tránsito entre la comedia de los primeros compases del filme, hacia el drama en el que se acaba convirtiendo. Un viaje en el que podremos disfrutar en su origen de retazos del mismísimo Woody Allen, hasta poder atisbar en su parte final la firma del propio Hitchcock (la escena final parece propia de "La ventana indiscreta").


    Los más ávidos amantes de la literatura también podréis vislumbrar en el trasfondo de esta historia el relato de las "Mil y una noches". Las relaciones entre Sherezade y el Sultán, aquí protagonizadas por el brillante alumno Claude y Germain, el fracasado escritor.

   Igualmente reseñable es la banda sonora, muy emocionante, acorde al ritmo de la película y los giros dramáticos que acaba teniendo. Un gran acierto de Phillippe Rombi, inseparable compositor de todas las obras de Ozon. Aunque será con esta obra con la que le llegará el reconocimiento de la crítica internacional. Incluso a los que todavía no hayáis visto la película, os dará la impresión de un curioso "déjà-vu" (o, mejor dicho, un "déjà-écoute").


   A los que os guste el cine francés, no dudéis en ver esta película. Se trata de una de esas obras distintas a todo convencionalismo a los que (por desgracia) tan (mal) acostumbrados estamos. Ozon convierte al espectador en ese voyeur que todos llevamos dentro. Ese ser que ansía lo que no tiene, esa vida que pudo ser y no fue. 

   Como ya dije, una obra de una inteligencia emocional poco vista. Original, perturbadora, real... brillante.

   Siempre hay una forma de entrar.