lunes, 23 de diciembre de 2013

12 AÑOS DE ESCLAVITUD: la miseria de la condición humana


                                                   Título: "12 AÑOS DE ESCLAVITUD"
                                                   Drama. Histórica (Siglo XIX).
                                                   Año:2013
                                                   Duración: 133´
                                                   Director: Steve McQueen
                                                   Intérpretes principales: Chiwetel Ejiofor
                                                                                           Michael Fassbender
                                                                                           Paul Giamatti 
                                                                                           Paul Dano
                                                                                           Benedict Cumberbatch
                                                                                           Lupita Nyong´o
                                                                                           Brad Pitt
                                                   B.S.O.: Hans Zimmer


   Esta historia, ambientada en 1850, está basada en hechos reales. Concretamente en la vida de Solomon Northup, (excepcionalmente interpretado por Chiwetel Ejiofor) un músico negro de posición acomodada -y hombre libre- que vive en Nueva York con su mujer y sus dos hijos. Sin embargo, es víctima de un engaño y secuestro para ser vendido como esclavo para trabajar en una plantación en Louisiana.

 
   
   De la noche a la mañana ve como su vida cambia por completo. Además de ser despojado de su familia, a partir de ese momento comienza la lucha por su supervivencia. Pero siempre sin perder la esperanza y nunca a costa de su dignidad, lo que sin duda conllevará un sufrimiento añadido a su particular batalla.

   Solomon conocerá en primera persona la crueldad que entraña la condición de esclavo, encarnada principalmente en la persona de Edwin Epps (Michael Fassbender), un despiadado propietario de esclavos dedicado a la recolección de algodón en el Sur.

   Durante los 12 años que dura su infierno, Solomon (o mejor dicho Platt, su nombre de esclavo) se verá obligado a confíar en personas desconocidas en su empeño por conquistar su libertad y reunirse así con su familia. Pero todos sus intentos son baldíos, hasta que aparece en escena el Sr. Bass (Brad Pitt), un abolicionista canadiense que trabaja con Solomon en la construcción de un pequeño pabellón en la finca del perverso Epps...


   Las interpretaciones de Fassbender, encarnando al desalmado Edwin Epps y de Chiwetel Ejiofor dando vida a Solomon Northup (Platt, como esclavo), son sencillamente magistrales. Es difícil disfrutar de esta película por la crudeza de la historia y lo salvaje de algunas escenas, pero la calidad interpretativa de esta pareja roza la perfección en este filme. Para Fassbender supone la consagración como uno de los actores del momento y para (el poco conocido para muchos) Ejiofor, el papel que lo llevará, con bastante probabilidad, a alzarse con el Oscar a mejor actor principal. Hasta ahora solamente lo habíamos visto en papeles secundarios en películas como "Plan oculto" (2006) o las más conocida "American Gangster" (2007), eclipsado por el gran Denzel Washington.

   Además, hay papeles que te marcan durante toda tu vida profesional y el del esclavo Platt es, sin lugar a dudas, uno de ellos. En mi opinión, Michael Fassbender también se hará con el Oscar a mejor actor secundario, pero ya veremos.



    "12 años de esclavitud" supone el tercer trabajo del Director, Steve McQueen, tras los éxitos conseguidos con "Hunger" (2008) y "Shame" (2011), donde también contó con Michael Fassbender como actor fetiche. En esta ocasión nos presenta un filme tan desgarrador como real, sin pliegues, clichés ni edulcorantes, mostrando el horror del que también es capaz el hombre. Nos adentra en una etapa de la historia de la que, al igual que ocurriera con la Europa anti-semita, hace que sintamos vergüenza de nuestra condición humana. Convierte la pantalla del cine en una pequeña ventana al mundo. Esa misma que, desgraciadamente, tuvo durante tanto tiempo la persiana echada.

   En cuanto a la fotografía, decir que el trabajo es extraordinario, aunque la crudeza de no pocas escenas pueden herir la sensibilidad del espectador (y lo consiguen). Sobre todo la escena de los latigazos a la esclava Patsey (muy bien interpretada por la joven Lupita Nyong´o) y la del prolongado semi ahorcamiento de Solomon en la reserva del Sr. William Ford (Benedict Cumberbatch). También es destacable el uso de las cámaras por parte de McQueen, quién en varias ocasiones llega a casi congelar las escenas con primeros y segundos planos, dotando al momento del dramatismo que merece. Magistral.

   La B.S.O. corrió a cargo del genial y siempre valor seguro Hans Zimmer, del que soy ferviente admirador. Bandas sonoras de reconocidas películas como "Piratas del Caribe", "El código Da Vinci", "Origen" y un largo etcétera tienen su impronta.

   "He nacido como un hombre libre" (Solomon Northup).



lunes, 16 de diciembre de 2013

LOS CHICOS DEL CORO: una oda a la música y la esperanza

                                                                   
                                                   Título: "LOS CHICOS DEL CORO"
                                                   Drama.
                                                   Año:2004
                                                   Duración: 95´
                                                   Director: Christophe Barratier
                                                   Intérpretes principales: Gérard Jugnot
                                                                                           François Berléand
                                                                                           Jean-Baptiste Maunier
                                                                                           Jacques Perrin
                                                   B.S.O.: Bruno Coulais


   Esta vez vuelvo a rescatar una nueva joya del cine francés, sobre el cuál (como ya sabréis) siento verdadera fascinación. Y me gustaría dedicar esta entrada a una persona a la que admiro mucho y que me ha enseñado a amar la música como merece: Arabel Moráguez, un grandísimo maestro del piano y un muy buen compañero y amigo. Espero que te guste niño!

   Esta película supuso un enorme fenómeno popular en Francia y convirtió a Gérard Jugnot, poco conocido hasta entonces para el gran público, en el actor francés que más ganancias cosechó en el año 2004, por delante de actores contrastados y de reconocido prestigio como Jean Reno y Gérard Depardieu.

   La historia tiene lugar en Francia durante el año 1949, cuando Clément Mathieu (Gérard Jugnot) un profesor de música en paro, llega a un Internado de reeducación de menores llamado "El fondo del estanque" ("Fond de l´Etang"). Allí tendrá el cometido de sustituir al antiguo profesor vigilante, que se vio obligado a dejar su puesto tras sucumbir a la ira de los internos.

 

   El propósito no se antojaba nada fácil, ya que además de hacer frente al intempestivo e indomable carácter de los jóvenes del lugar, Mathieu se encontrará con los continuos obstáctulos que le pondrá el Director Rachin (François Berléand), en su camino para poder llevar a cabo su labor.

   Mathieu, que se ha dado cuenta de la negativa influencia que los métodos represivos de Rachin provoca en los internos, descubre en la música un elemento que atre sobremanera su atención, ayudándolos a centrar y canalizar sus emociones. Ayudado por sus dotes como músico y compositor, formará con ellos un coro, destacando muy por encima de los demás la voz angelical de Pierre Morhange (Jean-Baptiste Maunier), verdadero protagonista junto a Mathieu de este precioso homenaje a la música.

   Hay que destacar en este punto, que Jean-Baptiste Maunier (Pierre en la película), es el único niño que no era actor en la vida real, pero también el único con conocimientos avanzados de canto. De hecho formó parte del coro "Les petits chanteurs de Saint-Marc" ("Los niños cantores de San Marcos").


   Importante también, aunque más secundario, es el papel que juega en la trama (y posterior desenlace) el pequeño Pépinot (Maxence Perrin), un niño cuyos padres fallecieron durante la Segunda Guerra Mundial, al que le han hecho creer que su padre volverá a buscarlo cuando llegue el sábado (y así, uno tras otro).

   El lema de la película, "la musica puede cambiar a las personas", resume a la perfección lo que Clément Mathieu logró con estos chicos, acostumbrados hasta su llegada a los sistemáticos y severos castigos que el Director Rachin les infligía ("acción-reacción" los denominaba). Unos jóvenes que encontraron en la música y la figura de Mathieu la esperanza que faltaba en sus breves vidas.

   La música de esta película es sencillamente excepcional. El tema principal del filme ("Vois sur ton chemin") te hechiza desde el momento en que la escuchas por primera vez, dotando a la película de un aura que la hace inolvidable. Consigue (al menos conmigo así fue) que te sobrecoja descubrir cuanto sentimiento y sensibilidad hay escondido tras la cruda fachada que el dolor ha propiciado en esos niños.

   El trabajo del compositor Bruno Coulais no fue valdío, y esta magistral banda sonora le sirvió para acaparar numerosas distinciones, entre las que destacan el Premio César (2005) a la mejor música escrita para película y el Premio del Cine Europeo (2004) al mejor compositor europeo del año. Sin olvidar, claro está, la nominación al Óscar (2005) en la categoría mejor canción original, con la ya citada "Vois sur ton chemin".


   "Los chicos del coro" también fue nominada al Óscar en la categoría de mejor película extranjera, aunque no se alzó finalmente con la preciada estatuilla, recayendo dicho honor en la cinta española de Alejandro Amenábar, "Mar adentro" (decisión, a mi juicio, cuanto menos muy discutible -ahí lo dejo-).

   El director, Christophe Barratier, también recibiría numerosos premios por esta maravilla de historia, entre los que destacan el premio al mejor director en el Festival Internacional de cine de Bangkok (2005), el premio a la mejor película en el Festival de cine Prix Lumière (2005) y el premio a la mejor película en el Festival Internacional de cine de Fort Lauderdale. 
   
   Con esta película Barratier tuvo el bautizo cinematográfico soñado, siendo aclamado por igual por la crítica y el público. Sin embargo con sus dos trabajos siguientes, "París, París" (2008) y "La guerra de los botones" (2011), no logró aproximarse a los niveles de éxito alcanzados con "Los chicos del coro".

   Esta película, al igual que la anteriormente reseñada "Amélie" o "La vida es bella" (a la que debo una entrada), es de esas cuyo visionado es muy necesario para limpiar un poco nuestras conciencias. Todas las personas pueden cambiar, solamente basta con querer y encontrarte con personas como Clément Mathieu.




martes, 10 de diciembre de 2013

AMELIE: es cierto, te cambiará la vida




                                                                   Título: "AMELIE"
                                                                   Comedia dramática. Fantasía.
                                                                   Año: 2001
                                                                   Duración: 120´
                                                                   Director: Jean-Pierre Jeunet
                                                                   Intérpretes principales: Audrey Tautou
                                                                                                            Mauthieu Kassovitz
                                                                                                            Rufus
                                                                                                            Lorella Cravotta
                                                                                                            Serge Merlin
                                                                   B.S.O.: Yann Tiersen
                                                                                                

   He de decir que "Amélie" era, desde hacía mucho tiempo, una de las grandes olvidadas dentro de mi lista de pelis imprescindibles. Sí, lo reconozco, hasta el día de ayer no la había visto y la verdad, la espera ha merecido la pena y ha cumplido con creces mis expectativas, a pesar de que éstas eran altas. Que la trama se desarrolle en París y que la película fuese rodada en 2001, el año más importante de mi vida, hacía que su visionado fuese obligado.

 

   La historia se centra en el personaje de Amélie Poulain (Audrey Tautou), una chica diferente al resto, con una fuerte introversión, que ha crecido en un entorno ausente de cariño, teniendo que valerse de su arrolladora imaginación para crearse su propio universo. 

   Hija de una madre a la que vio morir a los pies de Notre Damme por caérsele encima una turista que se suicidaba en ese momento, y de un padre (Raphäel Poulain, interpretado por el genial Rufus) que tras la muerte de su esposa, centró todo su afecto en un gnomo del jardín, hay un momento clave en la vida de Amélie (el cuál, por supuesto, no desvelaré) que cambia su forma de concebir la vida. Y éste tiene lugar el día 30 de agosto de 1997, cuando Amélie tenía 22 años...



   A partir de dicho instante, Amélie tendrá un claro propósito: tratar de facilitar la vida a los demás, para lo cuál se servirá de su gran ingenio. De esta forma consigue ayudar a un sinfín de personas con su peculiar toque de varita mágica: a Georgette, la vendedora de tabaco, a su vecino Raymond, un pintor obsesionado por los cuadros de Renoir, a Hipólito, un escritor fracasado e incluso a su propio padre. 

   Y muy importante será la aparición en escena de Nino (Mauthieu Kassovitz), un chico que se dedica a coleccionar fotos que la gente desecha en una cabina de fotomaton, por el que Amélie siente fascinación debido a su carácter soñador y solitario. En el encuentro de ambos jugará un papel determinante el ya citado Raymond. Éste intentará saldar su deuda con Amélie ayudándola a encontrar lo que sin duda ha olvidado en su tarea por hacer más agradable la vida de los que le rodean: su propia felicidad.

   Tan bella historia (y mensaje) le sirvió a Jean-Pierre Jeunet para rozar el Oscar al mejor guión original ese año, aunque sí se alzó con el premio Bafta en dicha categoría y los premios César a la mejor película y dirección.


   Quiero destacar el importante y determinante papel que la música juega en la ambientación de esta película. Resulta muy evocadora y ayuda a recrear la fantasía que envuelve la película. Impecable elección a cargo del compositor francés Yann Piersen Tiersen, haciendo del acordeón el instrumento perfecto para aportar la calidez necesaria en el momento preciso, haciendo de esas escenas por las bohemias calles de Montmartre momentos inolvidables, haciendo, en esencia, de esta B.S.O. una de las más bellas y reconocibles de los últimos tiempos (tema central: "La Valse d´Amélie"). 
   También compuso la banda sonora de otra conocida película germana "Good bye, Lenin!" (2003).

   En cuanto a la fotografía simplemente decir que el trabajo de Bruno Delbonnel es sublime en este filme. Es, sin duda alguna, otro de los puntos fuertes de la película. De hecho, en el año 2010 recibió el premio a la película con mejor fotografía de la década 2000-2010 (casi nada).
   A mi juicio se combinan de forma muy inteligente los tonos ocres y un tanto oxidados de algunas escenas, con otros más coloristas y brillantes (destacando el color azul), que ayudan a desligar esos prismas de realidad y fantasía tan presentes durante todo el desarrollo de la trama.

   El título de esta entrada no puede resultar más evocador, pero a la vez más real. Ése era el propósito de Amélie Poulain en su vida, y lo cierto es que a todos los que hayamos tenido la suerte de haber visto esta película, en mayor o menor medida, también nos la ha cambiado. Una historia tierna, genuina, entrañable, ingeniosa, optimista. Sencillamente, imprescindible.


 
      

lunes, 2 de diciembre de 2013

LA MEJOR OFERTA: siempre hay algo auténtico detrás de toda falsificación


                                                      Título: "LA MEJOR OFERTA"
                                                      Intriga. Drama.
                                                      Año: 2013
                                                      Duración: 131´
                                                      Director: Giuseppe Tornatore
                                                      Intérpretes principales: Geoffrey Rush
                                                                                              Jim Sturgess
                                                                                              Sylvia Hoeks
                                                                                              Donald Sutherland
                                                     B.S.O.: Ennio Morricone


   Comienzo esta reseña advirtiendo que esta película no va a satisfacer todos los paladares. Se trata de un filme diferente, de ritmo muy pausado en el que habrá que apreciar, en ocasiones, el valor de los silencios. En mi caso, he de reconocer que lo que me atrajo de entrada fue el poder disfrutar nuevamente de otra obra del gran Giuseppe Tornatore, creador de una de las películas más bellas que he tenido el gusto de ver: "Cinema Paradiso" (1988), con la que ganó en un mismo año el BAFTA, el Globo de oro y el Óscar a la mejor película extranjera.

   La historia nos muestra a un Geoffrey Rush (ganador del Óscar a mejor actor en 1996, por "Shine") encarnando a Virgil Oldman, un peculiar y excéntrico experto en arte, que también ejerce como agente en prestigiosas subastas de artículos de arte. A mi juicio, en esta película Rush ofrece una de sus interpretaciones más sutiles, siendo apreciable su constante evolución a lo largo de la trama.

 

   Todo transcurre de forma tranquila y metódica en la vida del solitario Sr. Oldman, hasta que recibe el encargo de tasar y sacar a subasta la totalidad de artículos que componen la abandonada Villa Ibbetson, propiedad de la Srta. Claire Ibbetson (interpretada por Sylvia Hoeks) ahora que sus padres han fallecido. 
La irrupción de esta misteriosa joven -que no se deja ver debido a que padece una extraña enfermedad psicológica-, transformará para siempre la vida de Virgil, que se dará cuenta de que hasta ese momento se ha perdido demasiadas cosas debido a su exacerbado apego hacia lo artístico.

   Dignas de mención son las apariciones (claves en la historia) de Jim Sturgess interpretando al joven Robert, amigo de Virgil, una especie de ingeniero capaz de reparar y montar cualquier objeto, y de la menuda actriz australiana Kiruna Stamell, interpretando a una inquietante clienta de un bar, capaz de memorizar absolutamente todos los datos acerca de todo lo que acontece a su alrededor.


  
    Más que la mano de Tornatore, he apreciado por momentos una atmósfera más propia de Alfred Hitchcock. La fotografía me pareció bastante buena, ya que la trama está rodada entre Italia (Trieste, Bolzano, Parma y Milan), Viena y Praga, ciudad en la que agoniza la película y en cuya parte final podremos deleitarnos con bellas imágenes de su centro histórico.

   La música corre a cargo del gran maestro Ennio Morricone, autor de bandas sonoras de películas tan reconocibles como "La misión", el ya mencionado "Cinema Paradiso" o dos de los Spaguetti Western más célebres de la historia del cine: "La muerte tenía un precio" y "El bueno, el feo y el malo", entre otros muchos títulos.

   En mi opinión, la película va perdiendo intensidad e interés de forma paulatina, pero por el final ofrecido ya merece la pena verla. Además, como ya dije al principio, en películas como ésta, tan distintas al cine comercial al que estamos (mal)acostumbrados, hay que saber apreciar los pequeños detalles que subyacen en la trama y gozarla a fuego lento. 

   Y nunca olvidéis el mensaje implícito (y también explícito) de esta peli: Que siempre hay algo auténtico detrás de toda falsificación.